jueves, 29 de octubre de 2009

Estupido y cruel..


El individuo de la fotografía se llama Declan Baker, y después de beberse media botella de whisky tuvo la ocurrencia de meter a su gatito, de sólo 45 semanas, en el horno de microondas.Un amigo de Baker, horrorizado, rescató al gatito, que salió convulsionando del horno de microondas. Lo llevó con un veterinario, pero éste lo tuvo que sacrificar.La corte sentenció a Baker a 120 horas de trabajo comunitario y le prohibió tener cualquier mascota por 7 años.Activistas de protección a los animales en el Reino Unido pedían su encarcelamiento, pero bueno, parece que la vida de un gatito no lo justificaba.

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